cookie monster

Me veo obligada a denunciar este fenómeno. Al menos a reportarlo. Cada viernes en el seminario de estudiantes hay galletitas y cafés-tés para ameliorar el trauma. La calidad y tamaño de las galletitas ha disminuido significativamente en los últimos tiempos, pero ese no es el tema de hoy. El tema es que hay una chica... ay, esta chica. Ya hace meses que vengo notando un patrón: esta chica toma una galletita de las pequeñas, digamos, de tres centímetros de diámetro. Una sola. Lo cual ya es reprendible. ¿Desde cuándo la unidad de ingesta de galletitas es una? Pero bueno, quizás no quiere llenarse porque no almorzó.

El pecado es que come tres cuartos de la galletita.

Así es. Siempre se sienta cerca y noto como al final de la charla siempre, siempre queda un cuarto de galletita sin comer. ¿Cómo hace? Para mí un mordisco rompe la galltita en tres, lo mismo que manualmente. ¿Cómo hace para no querer el último pedazo? ¿Cómo decide que después de tres (o dos) mordiscos está *llena*? Y siempre deja un cuarto. Nunca la mitad o la galleta entera. Nunca la termina.

Now, how fucked up is this?

bailout

A pesar de la recesión, la crisis, los bonuses de AIG, las hipotecas tóxicas y demás avatares modernos, la national science foundation de este país decidió beneficiarme con 11000 dólares para mis investigaciones, a gastar en dos años, y a plasmar en mi CV para siempre.

Medio que el departamento debería ponerse las pilas y hacernos una torta en vez de mandar un mail trucho, dado que tres de los tres que nos presentamos lo ganamos y es un récord histórico para un departamento tan pequeño.

En fin. Contentos.