Tuesday, October 13, 2009

propiedad privada

Resucito del silencio para quejarme, qué otra cosa podría lograrlo.

No sé de dónde saca la noción esta gente de que las tazas son de todos. Hace falta realmente ir a buscar un marcador indeleble y poner mis iniciales en mi taza? Parece que sí. Vuelta a la primaria (por dios, se acuerdan cuando había que raspar los lápices para poder escribir las iniciales??). Porque si no me pasa que encuentro mi taza en escritorio ajeno, con una costra color amarilla de quien sabe qué cosa (leche podrida? crema? vanilla pudding?). Ya una vez tuve que ir a rescatarla de la oficina de mi jefe que la había secuestrado un día que estaba de paso y la dejó abandonada ahí. Lo curioso es que, por supuesto, todo el mundo elige mi taza porque es la más limpia. Y ya me habían logrado perder un tenedor mío que yo había traido especialmente y que, again, todo el mundo usaba porque era mejor que los preexistentes. Tanto lo usaron que me lo perdieron. Tanto me enojé que traje otro y lo guardo acá en mi oficina. Mismo destino que correrá mi taza.

No puedo dejar de pensar en la costra. Argh.

Labels: ,