Tuesday, November 18, 2008

I hate flying

Por ahí me lo merezco por querer crashear una conferencia de neurocientíficos o porque traicioné a mi aerolínea usual. Pero media pila AirTran, yo sólo quería un viaje decente a DC. En realidad todo comenzó meses atrás cuando ya me mandaron un mail que me cambiaban el horario del vuelo. Yo compré uno que salia a las dos y media, ellos decidieron atrasarlo un mes antes a las seis y cuarto. Como sólo hay dos por día y el anterior salía a las siete de la mañana no me quedó otra que resignarme. El vienres pasado, día del vuelo, el tiempo estaba perfecto acá y allá, sin nieve aún, sin rayos ni centellas. Pero ya llegada al aeropuerto los televisores marcaban un atraso de dos horas. Raro pensé. Al tiempito algún empelado de AirTran se dignó a confirmar que efectivamente estaba atrasado porque al salir de Orlando el avión tuvo un problema con el sistema hidro-algo y que iba a tener que atrrizar, por precaución, an Atlanta. Nos aseguraron que no iban a perder tiempo tratando de arreglar el desperfecto sino que iban a subir a la gente (y sus valijas) a un avión nuevo. En eso estaban cuando algún pasajero desubicado y desconsiderado se le ocurrió tener “un problema médico” al subir al segundo avión por lo que debieron frenar el abordaje. A esta altura ya parecía que nuestro avión no iba a salir hasta las nueve de la noche. Con tranquilidad y resignación decido pasar por el baño. Hago lo mío, aprieto el botoncito y horror! La peor pesadilla. El agua sube y sube y empieza a rebalsar y ahhhh agarro la mochila que estaba en el piso y la cartera y la campera y salgo despedida. Le advierto a una chica que quería entrar que no lo hiciera dado que se estaba inundando. Pues sí, inundé el baño. Salgo y por lo menos AirTran estaba dando vouchers para que comieras en el aeropuerto, en cualquier conmcesión te daban diez dólares worth of food or a drink. Me decido por el café que vende sanguches y voy a pagar y me dice la chica que ellos no aceptan vouchers. ¿No era en todas las concesiones? Parece que no. Como no me quería pelear más y ya me había preparado el sanguche y quería la ensalada de frutas que sólo ellos vendían decidí pagar mi comida, fuck you AirTran. A todo esto ya me había dado cuenta que iba a perder el último bondi desde el aeropuerto en Baltimore hasta la estación de subte y que me iba a tener que tomar un tren. Los trenes locales tampoco pasaban a esa hora así que las únicas opciones que me quedaban eran o tomarme el penúltimo o último Amtrak y después el subte o un taxi a casi cien dólares. Como por supuesto descarté la opción dos, mi misión era entonces lograr llegar a tiempo para subirme al tren (vía otro shuttle que me llevaría desde el aeropuerto a la estación). Fui a llorarle al de AirTran para que me cambiara el asiento a uno más adelante así salía más rápido del avión, llegaba corriendo al shuttle, llegaba a la estación de tren. Milagrosamente lo logré sin mayores esfuerzos, en parte porque mucha gente ya se había vuelto a la casa dado que había perdido sus conexiones. Fianalmente salimos nueve y media, y llegué al aeropuerto, salí a los tiros, llegué al shuttle pero perdimos (con P que me encontró en la estación de tren) un tren con lo que tuvimos que esperar en la estación una media hora. Luego el subte y la caminata por la ruta hasta nuestro hotel de ruta al cual llegamos, más viejos y no más sabios, a la una y veinte de la mañana. Sigh.

ps, también debería aclarar que esperando en el aeropuerto contaba con la (in)grata presencia de un grupo (>20) de boyscouts (o cub o puppy, o los que tengan alrededor de 6-7 años) que cantaban, hacían actividades, etc.

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Wednesday, November 12, 2008

recession? blah!

Ayer pasó a vistarnos MK, la primera técnica y miembro fundadora de este querido laboratorio. Técnica que luego de dos años de trabajo con moscas y DNA, tanques de dióxido de carbono y micromanagement de tres personas como mucho, decidió que no era lo suyo y se fue a trabajar a..

a..

Victoria's Secret!

Y sorprendentemente aún sigue trabajando allí (además de estar estudiando educación) y disfrutándolo. Entonces se me ocurrió preguntarle cuán brava estaba la cosa con esto de la recesión, y la crisis, y si veía una baja pronunciada en las ventas.

Me dijo que el fin de semana anterior, el sábado, un solo local, había hecho más de $32.000. Un local. Uno. Un día. Mucha. mucha plata. A lo cual, ambas casi al unísono, comentamos "I guess people still need their bras and panties!".