The Origin of Bullshit
Hace unos días estaba hojeando los diarios argentinos y un título me llamó la atención en página 12. Léase “Mi esperma no es de buena calidad…” (a todos nos interesa el esperma y además, soy bióloga!). Estaba en la sección de psicología, que no leo nunca, pero bueno, dos minutos para ver de qué se trata. Fue claramente la peor decisión en mucho tiempo. Primero déjenme tratar de explicar de qué se trataba. Algo así como las consecuencias psicológicas (ie, cuestiones, problemas) de la fertilización artificial. Consecuencias para los padres como para el futuro hijo. La cuestión que la señora Gloria Barros escribe tal cantidad de estupideces que no podía terminar de leerlo del odio que me generaba. Primero me shockeó el lenguaje general con el cual estaba escrita esta barrabasada. Será que no estoy acostumbrada a leer textos de esta disciplina – y tampoco es que sólo leo textos científicos. Leo mucha literatura- Pero “En los centros de fertilización asistida se trabaja generalmente con los tiempos de la posmodernidad, caracterizada por la inmediatez con su corolario de urgencia” que querés que te diga. Me imagino peguntándole al médico o biólogo sobre cuánto tardan en hacer tal o cual protocolo y cuál es la efectividad y me reponden en términos de la posmodernidad y el corolario de urgencia, te digo le doy mis óvulos a alguien más.
Pero a la larga el vocabulario florido no es lo importante. Quizás estoy exagerando. Lo que sí es importante es que la autora menciona teorías sin ningún tipo de referencia, cuyas predicciones son tan chantas, tan infundadas y tan potencialmente dañinas para los lectores que me sorprende como un diario pueda publicarlo. Cito: “En el otro extremo, desde el ámbito psicológico, algunos profesionales llegan a incluir oscuros presagios de psicosis para el niño o su familia en casos de inseminación con semen de proveedor. Para éstos, ese método constituye el último golpe asestado a la familia de la modernidad, que se suma a la declinación de la ley patriarcal, los matrimonios homosexuales, los hogares monoparentales, etcétera.”
No sé ni por dónde empezar. Para esta mujer la declinación de la ley patriarcal, los matrimonios homosexuales, los hogares monoparentales y etc. son un golpe. Pero bueno, OK, católica conservadora ella dejémosla en paz. Pero decir que la fertilización artificial puede inducir psicosis en los niños o en la familia es una idiotez. La expresión de cualquier fenotipo (psicosis, altura, riesgo de enfermedad cardíaca) depende de los genes y del ambiente (nutrición, cuidado parental, etc) en el que el niño va a ser criado. No depende de cómo el semen fertilizó al óvulo, si en el útero o en una caja de Petri. La única razón que se me ocurre para decir que los niños concebidos in vitro tengan más proclividad a ser psicóticos es que un número desproporcionado de padres psicóticos no puedan tener hijos naturalmente y tengan que recurrir a la fertilización asistida. Si la población de padres psicóticos está sobrerepresentada en los centros de fertilización in vitro (y si la psicosis es parcialmente hereditaria), entonces es posible que haya un número desproporcionado de hijos psicóticos entre los concebidos artificialmente. Pero la verdad, no creo. Me gustaría saber quiénes son estos profesionales que tienen estos “presagios”. Quizás puedan darme alguna evidencia científica de estos “presagios”, aunque por la elección de la palabra, intuyo que no hay tal evidencia.
El último párrafo del artículo también merece una posición en el podio. “Resulta por lo demás interesante plantearse si los seres concebidos por estas técnicas, más allá de su normalidad, tendrán otras fantasías, en particular las originarias, distintas a las de los concebidos por medio de un acto sexual. Pero esto ya concierne al campo de lo enigmático.” Por qué, desde lo enigmático, no les pregunta a las vaquitas lecheras (los animales comerciales son productos de fertilizaciones asistidas) a ver qué fantasías originarias tienen y si son diferentes de las fantasías de las vaquitas que son concebidas naturalmente (aunque no creo que existan vacas salvajes, damn!). Mmm. Esta gente suele ser bastante antropomórfica. Entonces, hagamos un estudio clínico, comparemos fantasías originales de niños concebidos in vivo vs. in vitro, veamos si afecta a algún parámetro relevante, y de esta forma saldremos del campo de lo enigmático y entraremos a un campo más iluminado.
Pero a la larga el vocabulario florido no es lo importante. Quizás estoy exagerando. Lo que sí es importante es que la autora menciona teorías sin ningún tipo de referencia, cuyas predicciones son tan chantas, tan infundadas y tan potencialmente dañinas para los lectores que me sorprende como un diario pueda publicarlo. Cito: “En el otro extremo, desde el ámbito psicológico, algunos profesionales llegan a incluir oscuros presagios de psicosis para el niño o su familia en casos de inseminación con semen de proveedor. Para éstos, ese método constituye el último golpe asestado a la familia de la modernidad, que se suma a la declinación de la ley patriarcal, los matrimonios homosexuales, los hogares monoparentales, etcétera.”
No sé ni por dónde empezar. Para esta mujer la declinación de la ley patriarcal, los matrimonios homosexuales, los hogares monoparentales y etc. son un golpe. Pero bueno, OK, católica conservadora ella dejémosla en paz. Pero decir que la fertilización artificial puede inducir psicosis en los niños o en la familia es una idiotez. La expresión de cualquier fenotipo (psicosis, altura, riesgo de enfermedad cardíaca) depende de los genes y del ambiente (nutrición, cuidado parental, etc) en el que el niño va a ser criado. No depende de cómo el semen fertilizó al óvulo, si en el útero o en una caja de Petri. La única razón que se me ocurre para decir que los niños concebidos in vitro tengan más proclividad a ser psicóticos es que un número desproporcionado de padres psicóticos no puedan tener hijos naturalmente y tengan que recurrir a la fertilización asistida. Si la población de padres psicóticos está sobrerepresentada en los centros de fertilización in vitro (y si la psicosis es parcialmente hereditaria), entonces es posible que haya un número desproporcionado de hijos psicóticos entre los concebidos artificialmente. Pero la verdad, no creo. Me gustaría saber quiénes son estos profesionales que tienen estos “presagios”. Quizás puedan darme alguna evidencia científica de estos “presagios”, aunque por la elección de la palabra, intuyo que no hay tal evidencia.
El último párrafo del artículo también merece una posición en el podio. “Resulta por lo demás interesante plantearse si los seres concebidos por estas técnicas, más allá de su normalidad, tendrán otras fantasías, en particular las originarias, distintas a las de los concebidos por medio de un acto sexual. Pero esto ya concierne al campo de lo enigmático.” Por qué, desde lo enigmático, no les pregunta a las vaquitas lecheras (los animales comerciales son productos de fertilizaciones asistidas) a ver qué fantasías originarias tienen y si son diferentes de las fantasías de las vaquitas que son concebidas naturalmente (aunque no creo que existan vacas salvajes, damn!). Mmm. Esta gente suele ser bastante antropomórfica. Entonces, hagamos un estudio clínico, comparemos fantasías originales de niños concebidos in vivo vs. in vitro, veamos si afecta a algún parámetro relevante, y de esta forma saldremos del campo de lo enigmático y entraremos a un campo más iluminado.