Brindo

Porque soy una mujer que NO derrocha simpatía.

en el sur

Alas, estoy en buenos aires. Después de un largo viaje con breve (pero estresante) escala en panamá, viaje en el que confirmamos que los aviones no son más que colectivos que vuelan, con gente que cree que los asientos son al azar y que las órdenes de los azafatos/as son opcionales.

Me reencontré con mi ducha potente, con mi cuarto diezmado, y con un barrio que está igual, salvo por la cosa más importante.

La peluquería a la que iba a depilarme cerró. Gasp.

Recordé que era buenos aires y que indefectiblemente debía haber otra no muy lejos. Efectivamente, caminé media cuadra y entré a otra, donde descubrí que la definición de cavado profundo varía de depiladora en depiladora. Prefería la definición de las rusas que quién sabe a dónde habrán terminado...

private parts

Hace poco me di la vacuna contra la gripe. Me arrepentí, después, pero esa es otra historia. Resulta que haciendo la cola para el pinchazo, se me acerca una señora de entrada edad y me pregunta si quiero participar en un estudio. Intrigada, la escucho. Un grupo en el centro médico de esta facultad quiere ver la efectividad de la susodicha vacuna, así que busca voluntarios para ser evaluados dos veces por año durante tres años posteriores a la vacunación. Mmm, bueno, pensé, puede ser divertido. Ser un dato más en la muestra.

Estaba a punto de empezar a llenar el formulario cuando la señora me aclara que las dos visitas anuales incluyen una sacada de sangre.

Good Lord.

¿Tas mal? Le devolví el formulario rápidamente- Creo que no es tanto que he desarrollado un temor por las agujas (ausente en mi infancia), sino más bien el darme cuenta que si tienen mi sangre, tienen toda mi información. Será paranoia de la era genómica, será que soy plenamente conciente de toda la información que contiene mi DNA, o no sé qué, pero de repente tuve esa imagen futurista de gattaca, o de esos cuentos oscuros de Dick, donde soy un outcast de la sociedad porque soy sensible a desarrollar, no sé, herpes!

Así que no gracias, soy docoranda acá y nunca se sabe cuánto más voy a estar, no creo, mejor no.

hint

Si bien estamos rozando los 30 (años, la temperatura está bajo cero), todavía hay gente que just don't get it. Y entonces nos encontramos estas situaciones donde una persona manda mails grupales diciendo que cuándo nos juntamos, que estoy por aquí y por allá y cómo puede ser que una sola persona me conteste el mail.

A ver, persona.

Nadie te contesta porque no tienen ganas de verte. O no tienen tiempo. O no toleran el tonito con el cual mandás los mails. A nuestra edad no vale más el begging. No da.

encuesta

Te hablo a vos, al chabón que hoy mando una encuesta a todos los doctorandos para ver cómo utilizabamos distintos softwares y buscadores y bases de datos. A vos, que en tu encuesta preguntabas si el entrevistado tenía página web y nos pedías, muy *polite* si podíamos darte el link. Bueno, vos, si entraste, y sabés español, y estás leyendo esto:

hola.

Ahora entendés qué al pedo que estamos?

electricity now

Lo que menos me gusta del invierno no es,

los menos quince o veinte,
ni la nieve hasta las rodillas,
ni manejar sin ver un pomo,
ni sacar la nieve del auto a la mañana/noche,
ni la oscuridad a las cinco (aunque le pega en el palo!)
ni el viento en la cara,
ni la gente comentando qué frío que hace

todo eso me gusta o al menos lo tolero.

Lo que más odio, sin lugar a dudas, es la horrenda estática que hay en todos los objetos. Todo me shockea en al laboratorio. Odio tener miedo de abrir la puerta o la canilla, o la llave del dióxido.

Odio.