electricity now
Lo que menos me gusta del invierno no es,
los menos quince o veinte,
ni la nieve hasta las rodillas,
ni manejar sin ver un pomo,
ni sacar la nieve del auto a la mañana/noche,
ni la oscuridad a las cinco (aunque le pega en el palo!)
ni el viento en la cara,
ni la gente comentando qué frío que hace
todo eso me gusta o al menos lo tolero.
Lo que más odio, sin lugar a dudas, es la horrenda estática que hay en todos los objetos. Todo me shockea en al laboratorio. Odio tener miedo de abrir la puerta o la canilla, o la llave del dióxido.
Odio.
los menos quince o veinte,
ni la nieve hasta las rodillas,
ni manejar sin ver un pomo,
ni sacar la nieve del auto a la mañana/noche,
ni la oscuridad a las cinco (aunque le pega en el palo!)
ni el viento en la cara,
ni la gente comentando qué frío que hace
todo eso me gusta o al menos lo tolero.
Lo que más odio, sin lugar a dudas, es la horrenda estática que hay en todos los objetos. Todo me shockea en al laboratorio. Odio tener miedo de abrir la puerta o la canilla, o la llave del dióxido.
Odio.
Labels: outrage, winter wonderland
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