Thursday, November 16, 2006

Poetic justice

De primer grado, me acuerdo esto:

"la galera va rodando, va rodando,
va rodando, pampa y cielo,
va rodando hacia el oeste"

Imaginan que a los seis años mucho no sabía de poesía, pero la verdad, no me copaba mucho. No podía hacerme la imagen de una galera rodando, quizás, porque era tan arcaico en mi universo. Años más tarde volví a la misma conclusión: odio la galera que rueda.

Avanzada la primaria seguimos memorizando poesias. De una me acuerdo el título "Nocturno" y me acuerdo que ra de Conrado Nalé Roxlo. Eso. Nombre y título, no los versos. Pero me queda una imagen muy vívida de una playa a la noche, el reflejo de la luna en el agua, la espuma blanca en la orilla. Podría googlearla y leerla y sacarme la duda de cómo era, pero prefiero seguir con mi imagen de tantos años. Mirá si no me gusta.

De la secundaria viene una avalancha... Neruda y sus versos tristes. Puede escribirlos esta noche. Yo optaba por no leerlos. Martí y la rosa para el amigo sincero. Manrique y las vidas como ríos que van a dar a la mar. Que es el olvido. Eso sí me partía la cabeza. Sonetos de Shakespeare, las flores en abril, tan a trasmano con nuestro hemisferio. Pero sobre todo recuerdo al poema conjetural, a Laprida encontrándose al fin con su destino sudamericano. Recuerdo a la única cosa que no hay. El olvido.

Al final vinieron los beat, a coney island of the mind, cummings y sus juegos de palabras. TS Eliot y sus cuatro cuartetos, llegar al final de este viaje sin saber nada.

Ahora, hablen. Tienen tres minutos.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

la más añeja que me sale es:
"A la nana, nana nana,
a la nanita de aquel,
que llevó el caballo al agua,
y lo dejó sin beber"

10:05 AM  
Blogger v./ said...

mmm.. entonces no me puedo quejar de la galera rodante..

7:58 PM  

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